¡NO LOS LLAMES NIÑOS COVID!

En el año 2020, muchas familias en todo el mundo recibieron con alegría a nuevos miembros en medio de una situación mundial inesperada y desafiante. La llegada de estos niños se dio en un contexto marcado por el miedo, la confusión y la desinformación sobre un virus desconocido. Sin embargo, con el tiempo, surgió una etiqueta que limita y encasilla a esta generación: “niños COVID.”

Este término, aunque aparentemente inofensivo, tiene implicaciones que reducen la identidad de estos pequeños, asociándose solo con una crisis sanitaria y no con el potencial que tienen para construir un futuro más amplio y esperanzador.

Si pudiera introducir un sonido aquí, sería el frenazo inesperado de un Ferrari en la Fórmula 1, echando humo y destellos de candela.

- Un momento, ¿realmente estás etiquetando a un niño como “niño COVID”?

- Independientemente de tus razones, quiero hacerte un llamado: eso no está bien.

Aquí se presenta la justificación de un título tan antagónico frente a la hermosura que representa un bebé:

El año 2020 no fue el mejor momento para las reuniones sociales. Cuando un bebé está recién nacido, lo más prudente es esperar un tiempo antes de que tenga contacto con muchas personas, y ese año, esta medida preventiva se intensificó. A esto se sumó el distanciamiento social durante las salidas y cambios en la interacción entre las personas, dictados por la precaución y el instinto de supervivencia en medio de lo desconocido. Durante el primer año de vida, muchos bebés no experimentaron una vida social activa.

Esta situación llevó a algunos a suponer que los bebés estaban sufriendo las consecuencias de este aislamiento. Así, si lloraban al ver a alguien, se argumentaba que era únicamente el resultado del encierro y del poco contacto con los demás. 

Para muchos, esto estaba mal, y se expresaban diciendo: “Ay, ¡es que es un bebé COVID!” En esos momentos, mi mente se llenaba de confusión. Esta horrible etiqueta me desagradaba profundamente. A menudo, enfatizaban su afirmación con: “¡Es que tu bebé no socializa con otros niños!”

Ninguna madre en su sano juicio quiere escuchar que relacionen a sus hijos con algo negativo.

Menos aún con un virus que causó muertes y cuyas consecuencias todavía siguen en 2022.

Por lo tanto, ¿por qué emplear la palabra “COVID” para referirse a un bebé?

Aunque forman parte de una generación marcada por la pandemia, no hay justificación para etiquetar a un niño de esa manera.

¿Se han puesto a pensar que estos niños ni siquiera recordarán ese episodio de sus vidas porque eran muy pequeños?

Los niños que realmente sufrieron las consecuencias de la cuarentena prolongada fueron aquellos que ya estaban integrados al sistema educativo tradicional y, de golpe, se vieron obligados a adaptarse a un nuevo modo de aprendizaje a distancia. Estos niños no podían compartir con sus amigos ni jugar al aire libre. Sin embargo, a ellos no los llaman niños COVID.

Una Reflexión Necesaria

Hoy en día, y a modo de reflexión, después de escuchar tantas afirmaciones infundadas sobre cómo podría afectar esto el desarrollo del bebé, quiero resaltar solo una pequeña parte de muchas cosas que podría mencionar:

• Entre el vocabulario y comportamiento que ha aprendido nuestro retoño, predominan los saludos, una excelente actitud hacia los demás y gestos de agradecimiento hacia nosotros, sus padres.
• Con tan solo dos años, es más educado que muchos adultos que encuentro en el ascensor, por ejemplo, que prefieren voltear la cara y no saludar.
• Su desarrollo cognitivo es normal para su edad, al igual que su interacción con otros niños.

Por lo tanto, diré que la evolución de un bebé depende en gran parte de las circunstancias de cada familia y de cómo se manejan a pesar de ciertas situaciones externas, así como del amor y apoyo que se brinda en el hogar.

La Importancia de las Palabras

Fuera del hogar había una pandemia, sí, pero dentro del hogar había una familia unida, enfocada en proteger al bebé y velar por su desarrollo.

Nacer en 2020 es simplemente una particularidad, una anécdota más. Ya sabes, no llames a un niño “NIÑO COVID.”

Es inapropiado.

Con el cariño de siempre,

Danyela Reina