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No los llames niño Covid

No los llames niño Covid

¡NO LOS LLAMES NIÑOS COVID!

En el 2020 mi familia y yo estábamos recibiendo el regalo de vida que cambiaría nuestro mundo para siempre.
Nuestro retoño llegaba en medio de una situación mundial complicada y compleja pues el miedo, la confusión y la desinformación estaban a la orden del día con respecto al virus.

Las vicisitudes que la pandemia anexo al momento del parto, a la estadía en el hospital y a mi postparto fueron varias y dan para escribir bastante. Quizás lo cuente más adelante en otro post como anécdotas.

Con este pequeño resumen introductorio voy a la parte que quiero contar y desahogar pues toda esa avalancha de situaciones relativas al virus, le ha dado gratuitamente una potestad de aire a muchas personas para libremente etiquetar los niños del 2020 con esto de NIÑO COVID.

Si pudiera introducir un sonido aquí sería el del frenazo inesperado de un Ferrari en la Fórmula 1 echando humo y destellos de candela hasta casi explotar.

-Ya va. ¡Espera!, ¿Es en serio?. ¿Estás etiquetando a mi retoño con NIÑO COVID?

-No me importa tus razones. ¡Te comunico que eso no está bien!

He aquí la justificación de semejante titulo antagónico con la hermosura que representa un bebé:

Obviamente el año 2020 no fue el mejor momento para las reuniones sociales. Ya de por si que cuando un bebé está recién nacido lo más prudente es esperar un tiempo antes de que tenga contacto con mucha gente, ese año esta medida preventiva se intensificó. A esto se le suma el distanciamiento social cuando salíamos y esas pequeñas cosas que cambiaron con el trato de la gente por precaución e instinto de sobrevivencia en medio de lo desconocido. No tuvimos una vida social activa durante el primer año del babé.

Esa situación hizo asumir a los etiquetadores imprudentes que mi retoño sufría el impacto de ello y que si lloraba cuando veía a alguien era por el resultado del encierro y poco contacto con los demás. Era la razón para ellos, punto y final.

Me lo pintaban como algo grave y acto seguido venía la expresión patética: Ay, ¡Es que es un bebé COVID!. Y ¡Boom!, mi cerebro se desconcertaba.
Llegué a pensar que tenían algo de razón pero de todas maneras la etiqueta no me sonaba para nada bien ó mejor dicho no me suena nada bien pues aún lo dicen. Esto lo enfatizaban con: ¡Es que tu bebé no socializa con otros niños!. Tengan en cuenta que no había ni cumplido el año aún.

Vamos a ver, yo parto del principio de que a ninguna madre con sus sentidos bien puestos, le gusta que a sus hijos los relacionen con algo feo.

Estamos hablando de un virus que acabó con millones de personas y del cual aún en el 2022 seguimos viviendo consecuencias.

Entonces, por qué usar la palabra Covid para referirse a un bébe.

Queridas personas, no se han puesto a pensar que estos niños ni recordarán ese episodio de sus vidas porque eran muy chiquitos. Si bien pertenecen a una generación donde la pandemia marcó un antes y un después no hay motivo para llamar a un niño así.

Los que sufrieron las consecuencias nefastas de la cuarentena extendida fueron los niños que ya estaban integrados en la sociedad recibiendo sus clases en la escuela y de repente se vieron reprimidos de sus hábitos estudiando a distancia con las madres a punto de enloquecer y una suma de actividades difíciles de gerenciar en casa. No podían compartir con sus amigos, ni jugar al aire libre. Sin embargo, al sol de hoy eso es historia pasada y por lo tanto quedó olvidado. A ellos no los llaman niños Covid.

Mientras tanto en ese periodo los que tuvimos bebés lamentamos que se retardó drásticamente el contacto entre nuestros hijos y seres queridos más cercanos. No se podía viajar y eso dañó encuentros familiares y momentos de amor imposibles de recuperar. Pero hubo que asumir, aceptar y adaptarse. Y créanme que eso no opacó la felicidad tan grande de la llegada del bebé.

En nuestro caso mi esposo y yo tuvimos el privilegio de que pudimos estar siempre cerca del bebé en ese momento que creo era más importante, que socializar con gente que estaba cerca pero ajena a nuestra familia.

Hoy día a modo de reflexión, después de escuchar tantas tonterías sobre como afectaría eso el desarrollo del bebé, quiero resaltar sólo una pequeña parte de muchas cosas que podría mencionar y estás son:

-Entre el vocabulario y comportamiento que ha aprendido nuestro retoño priman los saludos, una muy buena actitud de trato a los demás y gestos de agradecimiento hacia nosotros sus padres.

- Con dos añitos es más educado que la mayoría de adultos que me encuentro entrando al ascensor por ejemplo, y que de frente a mi voltean la cara porque no les da la gana de saludar.

-Su desarrollo cognitivo es normal para su edad al igual que su interacción con otro niños.

Por lo tanto diré, que la evolución de un bebé depende en gran parte de las circunstancias de cada familia y del cómo son manejadas a pesar de ciertas situaciones externas.

Fuera del hogar había una pandemia sí, pero dentro del hogar había una familia unida enfocada en proteger el bebé y velar por su desarrollo basado en el amor, en mecanismos de enseñanza respetando su edad y las pautas del pediatra necesarias en cuanto a salud. Estuvimos esperando con paciencia el momento idóneo para hacer una vida normal como todos los demás en el mundo.

Nacer en el 2020 es simplemente particular y ya está. Una anécdota como otra.

Así que ya sabes, evita esto de NIÑO COVID.

Es sencillamente feo. Es una etiqueta desagradable. Probablemente no lo habrás dicho con mala intención y la madre que lo escuchó no respondió para no generar conflicto como he sido yo. Pero créeme que es altamente inapropiado.

Son bienvenidos tus comentarios. ¡Te agradezco haber llegado hasta aquí!.

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