¡Bienvenidos!
Este blog tiene el objetivo de tratar temas relativos al bienestar, nutrición y los matices de la maternidad que vivo actualmente.
Pero, ¿Por qué?.
Mi motor de arranque para crear este espacio de comunicación ha sido que conocí y viví la adversidad y beneficio de lograr ser madre a través de tratamientos de reproducción asistida. No llegué allí por casualidad, ni genética. Muchos factores externos entraron en juego. Me salvé de una peritonitis que sufrí por negligencia médica y una salud emocional destrozada causada por mi entorno de ese momento.
Años más tarde me convertí en madre. La vida me puso nuevamente en una situación de salud peligrosa el día de dar a luz y después. Los primeros meses posparto no fueron los ideales pues un antibiótico para tratar una infección entró en mi cuerpo impactando negativa y drásticamente mi metabolismo. Mi salud física se tambaleó fuertemente manifestándose en muchos síntomas incómodos y agobiantes. Las consultas médicas por consiguiente se volvieron frecuentes. Los médicos pusieron en tela de juicio mis argumentos sobre el antibiótico y los resultados de los exámenes parecían correctos. Nadie creía que la causa fuera el medicamento. Aparentemente estaba yo perfecta.
El diagnóstico siempre fue ansiedad y depresión. Era más sencillo decir esto pues acababa de tener un hijo. ¡Depresión posparto y a casa!.
¿Te apetece un antidepresivo?, me decían. Yo respondía con un rotundo ¡no!
Solo un médico de los que buscamos estaba al tanto de que este tipo de cosas pasaban. Allí se abrió ante mí un mundo nuevo de información interminable.
Sin embargo logré vivir mi posparto lo mejor posible con mis dolencias físicas, mientras consultaba un psicólogo con una frecuencia relativa por unos meses. Al mismo tiempo tenía en mis brazos el motivo más importante de mi vida para revertir lo que pasaba, y ese era mi precioso bebé. Esa felicidad no la opacó nada de lo que estaba pasando.
Esto y otras experiencias desencadenaron un cambio personal cuestionando muchas cosas y forjando un criterio propio más sólido en cuanto a temas que no les prestaba atención alguna. O si lo hacía, me comía el cuento como la mayoría sin ahondar en explicaciones.
Quiero decir que siento agradecimiento por los doctores que en momentos de peligro me salvaron la vida, pues pusieron en práctica su saber. Lo que pasa es que esos mismos momentos habían podido ser evitados con la orientación médica adecuada de ellos. Más interés de mi parte por la salud habría jugado también a mi favor.
Pero bueno, vamos a resumir el pasado en una frase frecuente, ¡Así es la vida!.
El presente me brinda la oportunidad de compartir lo que he aprendido de este camino. Ojalá lo que tengo para decir repercuta positivamente en quién dedique parte de su tiempo a mis escritos.
La maternidad también está siendo una gran escuela donde pareciera que no se puede contradecir un manual imaginario que conviene a muchas pero a mí no siempre, y quiero expresar mis pensamientos al respecto.
¡Gracias por llegar hasta aquí!